La memoria individual es volátil e inestable como la naturaleza humana, por eso necesitamos de los archivos audiovisuales que garanticen la conservación y transmisión de la memoria de la humanidad a las futuras generaciones.
Por la misma razón creemos que el acceso a fondos audiovisuales debería ser un derecho público.
Aunque en los últimos años, en la era de las tecnologías, las informaciones están siempre más gestionadas y manipuladas por las multinacionales de telecomunicaciones y los potentes. Esto arriesga comprometer la “memoria futura” misma. Es el ejemplo italiano de Silvio Berlusconi que ha sido acusado de conflicto de interés por ser al mismo tiempo Presidente del Gobierno y dueño de una de las más importantes emisores televisivas del Estado.
Para concluir opinamos que no seremos capaces de conservar los archivos porque creemos que pueden ser manipulados y falseados.
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